FICHA ARTÍSTICA: Director: George Roy Hill
Reparto: Paul Newman, Robert Redford, Robert Shaw...
Guión: David S. Ward
Banda sonora: Marvin Hamlisch
Fotografía: Robert Surtees
PRODUCTORA: Universal Pictures
GÉNERO: Gangsters
AÑO: 1973
PREMIOS: 7 Oscar (película, guión original, dirección, montaje, banda sonora adaptada, vestuario, dirección artística).
SINOPSIS: Johnny Hooker (Robert Redford) y su compañero Luther son dos raterillos que dan pequeños timos. Un día interceptan por error un correo de dinero de la mafia. Al enterarse Doyle Lonnegan (Robert Shaw), el gangster, ordena matar a los dos. Tras morir Luther, Hooker decide vengarse, y para ello contacta con Henry Gondorff (Paul Newman), el rey de los timos. Ellos y un equipo de profesionales se enfrentarán a Lonnegan...
CRÍTICA: También en esta ocasión debo reconocer que es una película que me encanta. De hecho, nunca he oido una mala crítica sobre esta película a nadie. Y es que es una historia de gangsters contada con un toque de humor, encanto y simpatía por los personajes que hace que se vea esta película, en muchas escenas, con una sonrisa.
Gran trabajo el de Roy Hill de volver a juntar a dos grandes de la pantalla bajo su dirección, tras Dos hombres y un destino, 1969. Una vez más, Redford y Newman nos brindan con unas interpretaciones magistrales. También Shaw, aunque sea el antagonista, lleva a cabo una más que sólida interpretación.
Eso sí, Robert Redford tuvo ciertos reparos en coincidir de nuevo con Paul Newman, ya que era de los pocos capaces de hacer sombra a una estrella como él. Es posible que también en esta ocasión le tape un poco, pero el espectador agradece dos interpretaciones como estas juntas, con independencia de quién destaque más de los dos.
El guión, que se llevó un Oscar, es de lo mejorcito de una película que ya de por sí es de las mejores. Diálogos brillantes, situaciones magníficas, unas escenas memorables (yo suelo destacar 3: el principio, la partida de póquer y, sobre todo, el final, que es de los más ingeniosos de toda la Historia del cine).
Además, la banda sonora es inolvidable. Quién no recuerda esta, que es de las más famosas de todas. Hasta quienes no la han visto la conocerán, de eso estoy seguro.
El montaje, la escenografía, el vestuario, la fotografía, la ambientación en los años 30 de la Depresión también son extraordinarios. Roy Hill nos mete de lleno en la historia mediante estos elementos.
Ya para terminar, solo repetir que para el que ya la ha visto, que nunca está de más verla de nuevo. Y para quien no la haya visto aún, recomendársela encarecidamente. Sé que les gustará.
CALIFICACIÓN: OBRA MAESTRA
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